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Juliganes (2)

Debería resultarnos sorprendente la alta densidad de juliganes con respecto a la política. Yo conozco a bastantes.
Yo siempre había pensado que lo normal debía ser tener unas convicciones políticas personales de determinado tipo, y apoyar o no propuestas de los partidos dependiendo de cómo encajen con esas convicciones.
Pero parece que no es algo tan común. Son más frecuentes los juliganes. Se parecen mucho a los de fútbol.
Desde luego, defienden su punto de vista con vehemencia, y si es a voces, pues mejor. Todo lo que hace su partido está bien, todo lo que hace el partido adversario está mal. Toda argumentación con ellos es inútil, porque utilizan unos supuestos de partida que les permiten interpretar cualquier hecho a la medida de sus colores. Por ejemplo, si la verdad absoluta es que los dirigentes de su partido son santos varones que están dando la vida por sus conciudadanos, mientras que los otros son unos chupópteros hijos de Satanás, esta claro cómo será todo filtrado bajo este punto de vista.
El mismo suceso se puede interpretar de forma totalmente distinta, dependiendo de contra quién vaya. Por ejemplo, ante una publicación de fotos con pose:
# Si son los de su partido: "Igual que se aparece en un periódico o en un dominical en una entrevista, se puede aparecer en una revista. Lo de las fotos es anecdótico. No tiene mayor importancia. Lo importante es dar a conocer la labor de cada uno."
# Si son los de los otros: "Una muestra más de frivolidad. Pierden el tiempo en eso en lugar de preocuparse por los asuntos realmente importantes del país"

Es muy doloroso hablar con ellos de política, porque todo el que critique a su partido o es uno de los favorecidos por los otros, o es un pobre ignorante alienado manipulado por las conspiraciones mediáticas. Les maravilla enormemente que el que critique sea capaz de atarse los cordones de los zapatos.
No son capaces de admitir el concepto de que dos personas inteligentes y razonables puedan tener opiniones diferentes.
En dos aspectos son especialmente parecidos a los juliganes futboleros:
# Incluso más que el amor a su partido, les mueve el odio al contrincante.
# Cuando no se habla de política, parecen incluso personas normales.

Yo creo que normalmente hay buenas personas en los distintos bandos, y tienen buenas razones en que apoyarse. Y en los diferentes partidos hay aciertos, errores y también malos comportamientos. Eso no significa que todos sean iguales, son distintos y eso es bueno. Pero no es blanco o negro, tal como nos quieren hacer creer los juliganes.

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